martes, 11 de septiembre de 2007

EL ENCIERRO

Desde hace varios días el Dr. Tuga está encerrado en su casa, con las persianas bajas. Yo trato de no llamarlo, para no molestarlo, pero a veces no puedo resistir la tentación de saber cómo está, si necesita algo. Entonces marco su número, lo llamo. El Dr. deja que el teléfono suene un rato; después, levanta el tubo. Silencio. No dice "Hola" ni nada. Por fin, tímidamente:
-Doctor -susurro-. Doctor...
Entonces el Dr. Tuga cuelga y yo me quedo con el teléfono en la mano oyendo el ruido intermitente de la línea inconexa.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

no será mejor que salga un poco ese Dr? Tanto encierro no es bueno...

Pedro Kuy dijo...

Sí, yo no me canso de decírselo, pero él no hace otra cosa que insultarme!

Teodoradorna dijo...

permisame pensar distinto dejen al doctor en paz cuando se aburra de escrutar ladrillos volvera a la calle, sin insultos y sin telefonos.

Anónimo dijo...

Me río mucho con estas cosas, Pedro. me gusta ese personaje, me hace acordar a algunas tiras de Adult Swing.

Unknown dijo...

Adult Swing? Me mataste, Pablo. Ni idea de quién se trata. Pero para qué están los buscadores de Internet, no? Ahora mismo me voy a desasnar.